La adolescencia es una etapa del desarrollo compleja. Las emociones se viven con mucha intensidad y la confusión suele ser habitual. Es una etapa de transición entre la infancia y la vida adulta en la que comienza una búsqueda de identidad propia y autonomía. Esto hace que los adolescentes vivan a veces un impulso contradictorio. Por un lado tienen una fuerte necesidad de separación de la familia. Y por otro lado, tienen el deseo de seguir teniendo los privilegios propios de la infancia.
Por ello, es una etapa en la que pueden aparecer dificultades. A veces los problemas están arraigados en vivencias previas difíciles durante la infancia. Otras veces son momentos complicados relacionados con la adaptación a esta nueva fase. Así, se pueden producir dificultades en las dinámicas familiares, escolares o entre amigos.